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ACCIONES DEL BCP: ANÁLISIS 2025 EN PERÚ
Análisis detallado del BCP en 2025: rendimiento, hitos financieros clave, riesgos y perspectivas para 2026.
El Banco de Crédito del Perú (BCP), la entidad financiera más grande del país y filial principal del holding Credicorp Ltd., ha mantenido una relevancia significativa en el mercado bursátil peruano. Durante 2025, sus acciones han reflejado tanto la resiliencia del sistema bancario local como los desafíos macroeconómicos del entorno. En esta sección exploraremos el comportamiento bursátil de las acciones del BCP en 2025, sus resultados financieros, volúmenes negociados y la percepción de los inversionistas.
Rendimiento del precio de la acción
Durante 2025, el precio de cotización de las acciones del BCP mostró una tendencia mixta debido a la influencia de factores económicos internos y externos. A inicios del año, el valor registró una ligera recuperación tras cierres volátiles en 2024, impulsado por señales de mejora en la economía peruana y un entorno de tasas de interés más estables.
A mediados de año, los beneficios trimestrales superaron las expectativas del consenso, lo que generó una valorización positiva del papel en la Bolsa de Valores de Lima (BVL). Sin embargo, la incertidumbre política local y un entorno global marcadamente desacelerado afectaron la confianza de los inversionistas durante el segundo semestre.
En términos porcentuales, se estimó una apreciación de 6%–8% en los primeros seis meses y una revalorización acumulada del 12% al cierre del año, condicionada por la sólida gestión de riesgos y crecimiento de cartera de créditos del banco.
Resultados financieros clave en 2025
- Utilidad neta: El BCP reportó un crecimiento interanual del 9,5% en su utilidad neta acumulada de 2025, impulsado por mayores ingresos por intereses y control de gastos operativos.
- ROE (retorno sobre el patrimonio): Se mantuvo por encima del 17%, en línea con los principales bancos regionales, reflejando eficiencia y solidez operativa.
- Margen de intermediación financiera: Se mantuvo estable alrededor del 5,6%, sustentado por un mayor dinamismo en créditos hipotecarios y consumo.
- Índice de morosidad: Cerró el año en 3,4%, mostrando una ligera reducción respecto al 3,7% del periodo anterior.
Percepción del mercado e inversionistas
Los analistas locales e internacionales mantuvieron una posición mayoritariamente neutral con sesgo positivo hacia las acciones del BCP, ponderando su liderazgo en participación de mercado, mayor eficiencia frente a competidores y sólidos fundamentos financieros.
Fondos mutuos peruanos y administradoras de fondos de pensiones (AFP) continuaron manteniendo una presencia significativa en el accionariado, reforzando su confianza en la sostenibilidad del banco. Al cierre de diciembre 2025, el BCP continuó como uno de los valores más líquidos de la plaza bursátil limeña.
Entender los catalizadores (drivers) que influyen en el precio de las acciones del Banco de Crédito del Perú en 2025 es crucial para los inversionistas que buscan tomar decisiones informadas. Esta sección aborda los factores estructurales, coyunturales y los riesgos más relevantes que afectaron el papel bursátil del BCP durante el año.
Principales drivers de crecimiento
- Recuperación del crédito: Tras un periodo de desaceleración en 2023 y parte de 2024, la expansión del portafolio de créditos personales, corporativos y pymes repuntó este año, logrando mejorar los ingresos financieros.
- Transformación digital: Inversiones sostenidas en digitalización de canales, plataformas móviles y automatización de procesos operativos generaron eficiencias de escala y mejoraron la experiencia del usuario.
- Estabilidad macroeconómica relativa: A pesar de la incertidumbre política crónica, el crecimiento estimado del PBI de Perú fue de 2,8% en 2025, favoreciendo la confianza del consumidor y la actividad bancaria.
- Gestión robusta de riesgos: El fortalecimiento de provisiones y modelos predictivos de cobranza mitigó la morosidad, particularmente en sectores vulnerables.
Riesgos clave para el BCP
- Inestabilidad política: Las tensiones constantes entre el Ejecutivo y el Congreso continuaron afectando las expectativas empresariales, un factor de alta sensibilidad para el sistema financiero.
- Presiones regulatorias: Iniciativas legislativas populistas relacionadas con el control de tasas de interés o intervención en el sistema de pensiones podrían afectar la operativa bancaria.
- Riesgos macroeconómicos globales: La desaceleración de China y los efectos de ciclos restrictivos de política monetaria en mercados desarrollados representaron amenazas indirectas para la economía peruana y su sistema financiero.
- Competencia de nuevos actores: El crecimiento de las fintech y bancos digitales impone una presión extra sobre márgenes y participación en segmentos jóvenes.
Entorno competitivo y regulatorio
El BCP enfrentó una competencia más dinámica en 2025, principalmente por la entrada agresiva de neobancos en Lima Metropolitana. No obstante, su ventaja en infraestructura, cobertura territorial y base de clientes lo mantuvo como referente del sistema.
En el plano regulatorio, la SBS y el BCRP continuaron promoviendo estabilidad macrofinanciera, aunque se evidenció mayor escrutinio hacia prácticas bancarias relacionadas con tasas de interés y cobros por servicios financieros.
En ese escenario, la estrategia prudente del BCP, acompañada de niveles saludables de capitalización (índice de capital global de 14,2%), constituyó un respaldo clave frente a los riesgos emergentes.
En la medida que se cierra el ciclo 2025, los actores del mercado comienzan a enfocar su atención en el comportamiento probable de las acciones del Banco de Crédito del Perú para 2026. Aunque persisten variables de riesgo e incertidumbre, existen señales que podrían dar forma a un nuevo ciclo de valorización si se mantienen ciertas condiciones clave. A continuación analizamos las proyecciones y elementos decisivos a monitorear el próximo año.
Expectativas macroeconómicas para el Perú
El consenso de los analistas proyecta un crecimiento del PBI entre 3% y 3,3% para 2026, impulsado por una mayor inversión minera, moderación inflacionaria y estabilidad del tipo de cambio (PEN/USD). Dicha recuperación macro facilitaría un entorno más propicio para el negocio bancario, particularmente si se mantiene el consumo interno y la inversión privada.
Asimismo, se espera un ciclo de reducción de tasas por parte del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), lo cual favorecería la demanda de créditos, mejoraría los márgenes de intermediación y aliviaría presiones sobre la deuda de empresas y familias.
Foco en la digitalización e inclusión financiera
Para 2026, la gestión del BCP buscaría consolidar las iniciativas digitales lanzadas en años anteriores. Inversiones en inteligencia artificial, analítica avanzada y tecnologías móviles seguirán enfocadas en mejorar la atención en segmentos de bajos ingresos y zonas rurales, una agenda que le permitirá capturar un mercado potencial aún desatendido.
Este foco no solo tiene implicancias sociales, sino también estratégicas, ya que podría aumentar la bancarización y otorgar nuevos canales de ingresos, afianzando el posicionamiento del banco en el sistema financiero del futuro.
Valoración y decisiones para inversionistas
Desde el punto de vista de valor)ación, analistas estiman que las acciones del BCP podrían cotizar con un Price-to-Book Ratio cercano a 1.6x en 2026, un nivel razonable considerando su rentabilidad esperada, exposición a la economía local y calidad de activos.
Los inversionistas deben estar atentos a los siguientes catalizadores en 2026:
- Desempeño del crédito minorista y pymes.
- Decisiones del BCRP sobre tasas de interés.
- Ruta política de las elecciones regionales.
- Avances en transformación digital y reducción de costos.
- Eventos regulatorios que afecten a todo el sistema financiero.
En síntesis, aunque 2026 presenta retos, también ofrece oportunidades para el BCP. Una política prudente, el uso estratégico de la tecnología y su liderazgo en el sector convierten a este emisor en un candidato atractivo para carteras de largo plazo, especialmente en portafolios expuestos al crecimiento de los mercados andinos.
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